Que
Deberíamos evitar consumir
(primera
parte)
Los
casos específicos expuestos a continuación deben tomarse como
ilustrativos de tipos de productos problemáticos en cuanto a su
consumo.
Productos
Refinado
El
proceso de refinación conlleva usualmente los siguientes problemas:
-
Pérdida de una cantidad sustancial de nutrientes (proteínas, minerales, vitaminas, entre otras), sin los cuales el valor nutritivo del alimento no sólo desciende abruptamente sino que su asimilación por el cuerpo se hace más difícil.
-
Adición de sustancias químicas para “Limpiar” (prevenir hongos, insectos, entre otros) o blanquear el producto, sustancias cuya acumulación en el cuerpo tiende a producir trastornos graves.
1.- El
caso del azúcar blanca: El
consumo del azúcar blanca ha sido ampliamente vinculado a la
obesidad las enfermedades cardíacas, desórdenes digestivos, la
diabetes, la hiperactividad, y las caries dentales.
El
azúcar que nos da la naturaleza no es pura. Viene acompañada por
complejas combinaciones de enzimas, vitaminas (en particular
taminia) y minerales, que permiten que el azúcar pueda ser
asimilada y quemada fácilmente en el organismo y así darnos
energía. Todo éstos se pierde cuando se refina el azúcar (de lo
cual queda la sacarosa). El organismo se ve obligado a ceder
reservas propias de vitaminas, enzimas y minerales, para asimilar la
sacarosa o azúcar blanca; con la consiguiente alteración del
metabolismo y funciones normales de los órganos que pierden dichos
biocatalizadores, lo que conduce a la secuela de enfermedad
aludidas. El azúcar blanca, pues, no sólo no nutre, sino que
literalmente le roba al cuerpo nutrientes que ya posee. Por si fuera
poco, el blanqueo y pulitura del azúcar blanca requiere de algunas
sustancias químicas como el ácido fosfórico (usado en la
industria como corrosivo), de efectos perjudiciales para la salud.
A esto usualmente se agregan finalmente:
levadura, aceite vegetal, hidrogenado, y una buena cantidad de
azúcar y sal, para conseguir el producto final: un reluciente y
“rebosante” pan blanco. Un proceso muy conveniente para el
industrial que gana el manejo de grandes volúmenes de la materia
prima, tiempo y …. dinero. ¿Y qué le queda al consumidor, o,
mejor dicho, qué no le queda?. El pan blanco carece de 80% de los
minerales, 80% de las vitaminas B-6,75% de la niacina y la biotina,
65% del ácido fólico, 60% de la vitamina B1 y riboflavina, 45%
del ácido pantoténico y 35% de la vitamina E, originalmente
presente en el grano. El consumidor también pierde la valiosa
fuente de fibra que constituye el salvado. Todo ello, para no hablar
de los aditivos nocivos que contiene el pan blanco.
0 comentarios:
Publicar un comentario